Las Ranas Venenosas son naturales de las Américas. Su
distribución se extiende desde Nicaragua hasta Bolivia y el sur de Brasil. Se
conocen poco más de 200 especies, muchas de ellas habiendo sido identificadas
en los últimos treinta años. Son de hábitos diurnos. La gran mayoría se
mantienen en el suelo la mayor parte del tiempo. Algunas demuestran ser
arborícolas, por lo menos parte del tiempo. Son ranas pequeñas, las más grandes apenas logran los cuatro
centímetros de longitud. Su piel es muy colorida, algunas exhibiendo los
colores más brillantes de todas las ranas y sapos. Pero no las toque, porque lo
que tienen de atractivas, lo tienen de venenosas. Aunque también hay especies
en esta familia que no son tan coloridas ni tampoco indican ser tan tóxicas.
Muchas de estas ranitas ponzoñas, como le llaman en Europa, ya se encuentran
establecidas en los mercados de mascotas, incluso algunas de las que son
venenosas. Se ha notado que aquellas criadas en cautiverio y alimentadas con
comida de mascotas no demuestran ser tan tóxicas como miembros de la misma
especie en la naturaleza. Se estima que tal vez las toxinas estén relacionadas
con la dieta. De todas formas, a no ser que usted sea un experto criando ranas
y sepa muy bien lo que está haciendo, le recomendamos que no las toque. Habitan en los bosques y selvas tropicales donde la
temperatura y humedad se mantienen estable. Efecto que les permite criar
durante todo el año, o al menos la mayor parte del tiempo. La reproducción de
algunas de las ranas venenosas es posiblemente la más compleja de todas las
ranas y sapos. El cortejo de por sí es bien vocal y táctil. Eventualmente la
madre deposita los huevos fuera del agua. La fertilización es externa y puede
ser inmediata o después que la madre se marcha. Uno de los dos padres tiene que
darse su vuelta por los huevos y mantenerlos húmedos, en algunas especies
el padre se mantienen vigilantes y cuida de ellos, hasta que nacen los
renacuajos en unas dos semanas. Entonces el padre o la madre transporta a los
renacuajos en su espalda hasta que logre depositarlos en algún lugar donde haya
agua con condiciones favorables para el desarrollo de estos, hay veces que se
toman hasta una semana en decidirse donde ponerlos. Algunas especies prefieren
depositar a los renacuajos en el agua acumulada en el centro de las bromelias,
otras los llevan a los arroyos con cierta corriente y otras los dejan en los
charcos y pequeños depósitos de agua sin corriente. Unas pocas especies aun
continúan cuidando de los renacuajos, el padre le canta a la madre y entonces
ella viene y deposita huevos infértiles de los cuales se alimentan los
renacuajos. Normalmente las ranas venenosas ponen pocos huevos, en algunas
especies el promedio es de unos cuatro huevos. A los renacuajos les toma unos
dos meses desarrollarse en ranas. Los miembros de muchas de estas especies mantienen un
territorio. Los machos defienden este territorio de los otros machos vecinos.
También tratan de atraer a su territorio a las hembras que estén en busca de
parejas. Entonces se paran en algún lugar dentro de su territorio donde sean
bien visibles y anuncian su presencia vocalizando a todo pecho. El canto de
algunas de estas ranas se oye a varios cientos de metros de distancia. A ciertas especies de ranas venenosas se les
estima una longevidad de unos cinco años en la naturaleza. Hemos leído en
literatura de mascotas o coleccionistas que en cautiverio algunas especies
logran los 15 años. De acuerdo a la literatura científica y de
mascotas, tienen un apetito voraz. Estas ranas son insectívoras; en su dieta se
incluyen hormigas, comején, pequeñas moscas y otros invertebrados no muy
grandes. No es extraño que un individuo saludable devore cien hormigas en un
día.